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Mafias Sindicales

por Matías Encina

El poder actual de los sindicatos mineros, es un área a abordar en donde saber de lealtades/honestidades/mentiras/falsedades y por sobre todo riquezas puede jugarte una muy buena pasada, en uno de los mejores negocios de las organizaciones humanas de hoy en día.

Encontrar modelos de negocios dentro de estructuras religiosas, políticas, deportivas y hasta sociales, es un hecho. Incluso dentro de los principales “cargos” y/o “responsabilidades” de las mesas directivas encontramos el espacio a ocupar de “Tesorero/a”. Es decir que siempre tiene que haber alguien que pueda manejar los dineros y activos que pueda tener dicha organización. En mafias gigantes e históricas están las religiones teniendo incluso sus propios “Estados”.

En los sindicatos mineros se ve de todo, desde financiamiento a actividades con Estriptis, hasta los mejores hoteles y estadías para el proceso de “negociaciones colectivas”. Ha este importante hito hay dirigentes que lo consideran sus vacaciones, son los mejores resort del país, porque la empresa quiere que estén tranquilos y relajados para cuando tomen la decisión si negociar o no. El proceso de transacción siempre es importante dentro de la mafia, por tanto se prepara con tiempo, se hacen las conversas necesarias, se juran lealtades y se traicionan. Esta es la atajada grande a la torta, puesto que la atención que esto genera en esa masa de mineros y mineras, hace que los líderes de esas ovejas, cumplan la principal labor, firmar la transa. Así todo queda blanqueado. 

Codelco no solo es Codelco, sino que fue la transformación de mineras principalmente gringas (ej. El Teniente, ex Branden Cooper), es decir, que los movimientos sindicales (clandestinos y legales) vienen acumulados desde hace más de 100 años en luchas y reivindicaciones. Este proceso histórico toma relevancia cuando a esta enorme masa productiva y orgánica entran las autoridades y políticos a su engranaje; Militares (1973) y posteriormente (1990) una concertación nefasta que tranzo hasta su alma con la Dictadura. 

Lo que queda hoy de toda esta transformación es una mafia sindical gigante entre sindicalistas, trabajadores rastreros y lame botas, jefes de turno, gerentes, directores, senadores, diputados, ministros, partidos políticos, izquierda y derecha. Una muy buena foto de nuestra realidad precarizada por el neoliberalismo, es una imagen de cómo están los sindicatos mineros hoy en día. 

Esa mafia sindical tiene los días contados, porque como todo en la vida, las cosas cambian, se demoran muchos años en cambiar, pero cambian. Una gran masa de trabajadores y trabajadoras de la minería ya no solo quiere dinero, también quiere salud, quiere seguridad, calidad de vida, tiempo con su familia y por más dinero que le pongan en la mesa, es capaz de decir que no. Solo como ejemplo, hace un par de negociaciones colectivas atrás (2013-14) en El Teniente, las bases de los sindicatos decidieron, en base al sistema de votos, negar la propuesta de la empresa, sin embargo, sus dirigentes terminaron firmando igual el convenio. Esas irregularidades son parte de una serie de errores que van cometiendo las mafias y que ayudan a visibilizar aún más cuando los intereses del colectivo son instrumentalizados para fines propios. 

Las mafias son transversales, tienen dos códigos, EL DINERO Y EL PODER.

Continuará…