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HECTOR LLAITUL , PEDRO POOL  Y EL GOBIERNO 

A  semanas del plebiscito para aprobar o rechazar la nueva constitución, el clima político comienza a tomarse los espacios de conversación en las familias, carretes y conversaciones cual quiera sean sus participantes. Y es que día a día salen más noticias sobre cómo están articulándose las fuerzas políticas de nuestro  país.

Con el arribo de la expresidenta Bachelet, la derecha  ha aumentado el calibre de las armas a utilizar en contra del Apruebo.  Y la derecha protegida por los empresarios, comienza a desesperarse ante la inminente derrota del rechazo. Ya sin la convención como instrumento distractorio la derecha se ha quedado sin argumentos y ahora solo les queda falsificar el nuevo texto de la constitución, como ya está comprobado que lo hicieron  y seguir posicionando sus mentiras en sus medios de comunicación. 

El gobierno por otro lado, que sufre el constante acecho de la derecha y de las elites concertacionista, ha jugado un carta que ha dejado a la derecha  “fuera de juego” (como en el futbol), imprimir más de 900 mil copias de la Constitución y comenzar a entregarlas a la ciudadanía a través de sus servicios ha sido la jugada maestra que tiene a la derecha alardeando de intervencionismo e incluso haciendo denuncias ante la Contraloría General de la Republica. 

Como si no fuera poco, este miércoles el Gobierno anuncia una medida que no estaba contemplada en la opinión publica y fue la gratuidad en el sistema de salud para los afiliados de FONASA, medida que beneficiara a más de 5 millones de personas que se encontraban en los tramos C y D del sistema de salud pública. 

Sin embargo pareciera que ha todo el espectro político institucional se le olvido que esta nueva constitución aún tiene costos para alrededor de 60 compatriotas que aún están encarcelados e  incluso algunos  ya han sido condenados a penas de cárcel, por estar manifestándose en ese octubre y noviembre combativo del 2019. El gobierno aún es querellante de muchas causas, como por ejemplo en la ciudad de Concepción. 

Los medios hacen su trabajo y mientras en estos días el empresario ultraderechista Pedro Pool amenaza con muerte, sicarios y realizar una matanza más grande que la de Pinochet, en caso de ganar el Apruebo, Hector Llaitul líder de la CAM sale a decir que aumentaran los atentados a maquinarias en el sur del país, hasta que las forestales salgan de territorio mapuche. 

La duda sobre la seguridad  queda instalada y es que a la hora de querer llevar agua para su molino, los medios de comunicación saben a quién dirigir los canales de agua y la tentación por querer ganar portada y entrevista es más grande. Por un lado Llaitul amenaza constantemente a través de medios de comunicación con aumentar los actos de boicot y por la vereda de al frente la derecha fascista se luce con frases como la de Pedro Pool. 

Si la CAM quiere revindicar su lucha (justa y heroica), es necesaria tanta amenaza por medios chilenos? Es necesario ladrar y ladrar cada vez que se quiere hacer daño al capital?  Es necesario para la ultra derecha sembrar el temor de la forma que lo hace Pool? Es necesario amenazar con sicarios? 

Claramente acá hay una gran diferencia y es que por un lado la CAM atenta contra maquinarias y no contra vidas humanas como es el caso de la Derecha fascista, sin embargo para el manejo comunicacional las dos amenazas o advertencias sirven para distraer al público y mantenerlo ocupado en cosas que no tienen peso, ante un cambio de Constitución. 

La resistencia mapuche tiene todo el derecho a seguir articulando y recuperando terreno, sin embargo no puede  creer que su lucha por muy ancestral que sea, se desarrolla en una burbuja. La nación mapuche se desenvuelve no solo en sus comunidades y por tanto estar conectados con la clase trabajadora y explotada de Chile es un vínculo que no pueden obviar en su lucha. Para quienes pertenecemos a la nación chilena este proceso constituyente es el más importante como república y por más que podamos simpatizar con la causa mapuche, esta causa no puede estar haciéndole la pega a la derecha empresarial. Por qué? Muy simple, es esa misma derecha empresarial la dueña de las forestales y empresas que contaminan y destruyen sus territorios, la misma que esta desesperada porque gane el rechazo y no pueda el pueblo cambiar la constitución del tirano. Por tanto aumentar la violencia por muy justa que sea, justo a un mes de un plebiscito importantísimo para el pueblo chileno es un acto que puede tener consecuencias tanto para el pueblo mapuche como para el pueblo chileno. 

Las posturas varían en dos principalmente, por un lado una izquierda que solo utiliza la causa mapuche para auto convencerse de revolucionarios y que levanta la bandera mapuche en marchas pero no en el accionar, criticando duramente a la CAM porque para estos piños (socialdemócratas la mayoría) hoy que están en el poder, la CAM no debiese hacer nada y que todo esté en paz.  Y por otro lado tenemos una gran masa de chilenos que se autodenominan mapuches y defenderán todo tipo de acción de la CAM.  Estos dos mundos dentro de la izquierda, algún día tendrán que conversar y dialogar ya que la unidad del pueblo mapuche y del pueblo chileno fue primordial para ganar las batallas pasadas tanto en la independencia de la corona española como también en la dictadura militar. 

Esos puentes parecieran estar cortados y hoy más que nunca es necesario fortalecerlos pero no imponiendo cada pueblo sus tesis, sino que articulando desde cada trinchera  la resistencia al  fascismo que avanza cada día más.